13 octubre 2006

Esperanza

Hoy he recordado como llegué hasta este punto, dejarme tomar por la vida sin importar nada, dejar que lo que debía ocurrir sucediera, sin poner resistencia, solo observar desde lejos como me iba consumiendo, nada valía la pena, sin motivos por los cuales luchar, habiendo perdido todo sentido de apego, no queriendo estar mas aqui, a ratos oponiéndome a lo que pasaba, pero luego, muy luego volviendo a dejar que la caída continuara, hoy se que todavía falta por caer, no importa eso, no hay cambio, no hay esperanza, todo ya se perdió hace mucho, la agonía continúa, a ratos es insoportable, pero dura poco esta sensación, en otros momentos todo es belleza, las flores, los pájaros, el verde de los árboles que me rodean . . . parece que nada ocurre.
Hay momentos en los cuales pienso que deberia buscar una razón de seguir, de luchar, pero no encuentro motivos, todo es fantasía, pero ahora es triste fantasía, el pobrecito patalea en el barro como un chanchito, el dolor es agudo, penetra hasta lo mas hondo de mi cuerpo, pero ya no me daña, como si ya no existiera, da lo mismo lo que suceda, no hay razón alguna para mirar el sol, solo por obligación estoy, y no quiero estar, se que debo continuar y lo hago, pero sin importar lo que pueda suceder.
Alguien que leyera esto pensaría . . . depresión . . . si, en parte es lo que es, pero en el fondo la razón se pierde en la experiencia de un buscador que lo encontró todo y así mismo, lo perdió. Entonces ¿que queda después? si los sueños mas increíbles se hicieron realidad, que más esperar?, si toqué el cielo de los sueños terrestres, quise volar alto y la caída ha sido así, en la misma medida, por eso solo doy gracias a la vida por haberme permitido encontrar lo que busqué, aunque lo haya perdido, porque ahora se que existe, que hasta el sueño mas loco se puede convertir en realidad . . . tal vez por esto estoy aquí todavía.
En todo caso, queda mucho por descubrir, pero ya no importa como antes, la soledad es el camino que me toca recorrer ahora, el ermitaño ha de continuar de ese modo su camino, el Quijote dejó atrás a Dulcinea, las sombras en la caverna reflejo del fuego se apagaron, el poeta da pinceladas melancólicas, el cuerpo ya no es el de ayer, nada puede ser igual, nada será jamás igual, aunque el karma siga existiendo y el equilibrio sea necesario, es igual, no importa, aunque el dar de si esté esperando concretarse, no se si podrá ser realidad.
Pero, como todo es incierto en la vida, no me niego la posibilidad de recuperar el camino y volver a sonreir, la presión volverá a ser insoportable, lo se, pero ya ha pasado tanta agua bajo el puente, que tal vez no me rompa los sueños que aun luchan por permanecer, es la esperanza que se mantiene como una débil llama, muy al fondo de mi ser.