20 enero 2010

Sólo ser

Los fantasmas del pasado siempre vuelven y depende de uno librarse de ellos y vivir el presente sin dolor por ese pasado; o enfrentamos nuestra realidad o la escondemos a nuestros ojos, en el primer caso sanaremos las heridas que aquellos fantasmas nos produjeron, pero si no queremos ver aquello, mantendremos esos dolores y continuarán provocándonos nuevos dolores.

Cada cual elige - aparentemente - una forma de vivir, uno es el responsable de lo que vive, no los demás, cuando asumamos esto ... los fantasmas del dolor desaparecerán.

Mis propias heridas las he ido curando, y en ese transitar he revivido el dolor que en otras personas pude provocar, esta es la salud del corazón, mientras menos dolores vayan quedando más liviano se vuelve.

El dolor es uno de los instrumentos que la vida usa en las personas para que estas aprendan una lección de vida y así crezcan, maduren, y si la persona no aprende seguirá sufriendo ... esta es al vida de las personas amargadas, resentidas ... que pareciera que no quieren curar sus heridas, y se obstinan en no ver aquello que los demás pueden ver.

Las supersticiones de las personas son otra forma de no ver la realidad, o se apegan ciegamente a una religión y allí viven sus dolores y culpas, pagando dolores por sus propios errores, o se sienten tan solos en el mundo que nada ni nadie puede ayudarlas.

El consuelo de una futura vida mejor hace que las personas acepten vivir mal internamente, hace que agachen la cabeza y obedezcan ciegamente.

Yo ya no existo ... no soy el que fui ... no soy más ni menos que nadie, solo Soy ... sólo un ser que existe y busca a Dios intensamente desde este mundo en que me tocó vivir.

Si te acercas a mi ... me encontrarás ... sigo esperando ...